Minuta sobre la jornada gremial de debate “Educación a distancia: discutir por qué, para qué y, sobre todo, en qué condiciones”

El 27 de octubre se llevó a cabo la Jornada gremial de debate “Educación a distancia: discutir por qué, para qué y, sobre todo, en qué condiciones”. El objetivo de esta jornada fue abrir la conversación entre los y las docentes a fin de establecer las condiciones laborales en el marco del proyecto que se encuentra en marcha para “virtualizar” un porcentaje de algunas materias en 2022.

Varias intervenciones partieron de una caracterización de la virtualización forzada llevada a cabo durante la pandemia para poder cumplir con el objetivo de la continuidad pedagógica.  Esto se realizó con los recursos de los/as docentes, teniendo que planificar y/o producir contenidos para un nuevo formato, y en situaciones familiares muy complejas, especialmente para quienes tienen niñas y niños pequeños a cargo. Algunos/as compartieron sus experiencias y preocupaciones respecto a la calidad de la formación brindada, así como también respecto al “desgranamiento” entre los/as estudiantes.

Teniendo en cuenta esto, se mencionó la necesidad de separar esta experiencia forzosa de un proyecto de educación a distancia, para poder pensar los objetivos pedagógico-políticos de una transformación de este porte. Estos objetivos deben tener un carácter institucional, por lo que no pueden tomarse decisiones solamente teniendo en cuenta las voluntades o deseos individuales. Esto último surgió ya que varios/as docentes fueron consultados/as por parte de los Institutos sobre su disposición a virtualizar sus materias (o una parte de ellas), pero sin enmarcar esta consulta en lineamientos institucionales claros. Esto es de suma importancia ya que apareció la preocupación de que en cada Instituto se tomaran decisiones muy diferentes. Además, se resaltó que cualquier proyecto a futuro debía ser planificado con tiempo, con la participación de los equipos docentes, y teniendo en cuenta una mirada global de la carrera (y no solo de cada asignatura). 

Por supuesto, todo esto implica discutir las condiciones laborales y que la institución garantice los recursos implicados. Sobre este tema surgió la duda sobre los derechos de autor de los materiales producidos, el derecho a la desconexión, cómo se calculan las horas de trabajo, la cantidad máxima de estudiantes, entre otras cuestiones.

Algunos aportes hicieron hincapié en la importancia de contar con un diagnóstico sobre lo que ha sido la virtualización en el marco de la pandemia, para tener más herramientas a la hora de tomar decisiones, no solamente para dar cuenta de los problemas sino también de algunas experiencias positivas (por ejemplo, algunas personas mencionaron como ventaja el ahorro de tiempo de viaje para los/a estudiantes, poder contar con invitades de otras provincias o países, así como también la reducción del tiempo presencial de cursada). Hubo algunos aportes que propusieron la modalidad mixta como un proyecto a considerar, y otros que invitaban a anticiparnos para revisar y analizar estas experiencias, mientras llegan los recursos y se construya el programa institucional, para de esta manera “desescolarizar el formato universitario”.     

Respecto a los espacios de debate y toma de decisiones, en relación con el proyecto pedagógico se señaló a los Comités de carrera como espacios que debían intervenir activamente, mientras que en relación con las condiciones laborales, la intervención del sindicato no podía faltar. En este sentido, se resaltó la importancia de ser capaces de elaborar herramientas colectivas para que las decisiones institucionales y las decisiones de los/as docentes, en tanto trabajadores, no siguieran caminos diferentes.

Algunas intervenciones enfatizaron las ventajas de la modalidad presencial, no solamente en relación con la calidad formativa, sino también por las subjetividades políticas que se forman al compartir espacios colectivos, los que se ven afectados en propuestas de educación a distancia.

Como conclusión, podríamos mencionar por lo menos dos puntos centrales de la discusión:

-La necesidad de que exista un espacio abierto de debate para expresarnos sobre estos temas.

-El inevitable solapamiento de las discusiones sobre condiciones laborales y sobre el proyecto político-pedagógico. 

Anexo

Ejes para el debate

  • Condiciones de trabajo docente y propuesta pedagógica en entornos virtuales.

 ¿Qué nuevas condiciones materiales requiere? 

¿Qué condiciones materiales resultan exigibles a les estudiantes?

¿Qué cambios supone en la propuesta de enseñanza? 

¿Cómo se organizarán las clases (sincrónicas y/o asincrónicas)? 

¿Qué será lo obligatorio?

¿Cómo se decidirá qué materias se virtualizan? ¿Por qué y para qué virtualizar?

¿Qué implicancias organizativas supone? 

  • Condiciones de trabajo docente en entornos virtuales. Base material e intensificación del trabajo.

¿Cómo se garantizarán las nuevas condiciones materiales para la enseñanza en entornos virtuales (equipamiento y conexión)? 

¿Cómo regular la intensificación del trabajo en entornos virtuales (desconexión, programación, producción de materiales, cantidad de estudiantes, vías de comunicación, etc.)?  

  • Virtualización y participación de los equipos docentes en la toma de decisiones

¿Qué modalidad metodológica participativa se implementará para la construcción de propuestas de materias a dictarse bajo la modalidad virtual? 

¿Cómo se lo articulará en relación con la propuesta formativa global de las carreras? ¿Cómo se articulará la decisión institucional y la decisión individual? 

¿Se analizaron posibles situaciones de conflicto y cómo resolverlas (al interior del equipo docente, entre la institución y les docentes)?