Comunicado de los sindicatos docentes de las UUNN del conurbano sobre el regreso a actividades presenciales

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ANTE EL ANUNCIO DEL POSIBLE RETORNO A LAS ACTIVIDADES PRESENCIALES

Conocimos el viernes, a través del Boletín Oficial y los medios de comunicación, la autorización para el retorno a las actividades presenciales en las universidades en el marco de la ASPO.

Como expresamos en anteriores ocasiones, nos preocupa en esta pandemia el crecimiento de la brecha digital y la pérdida de las trayectorias académicas de miles de estudiantes por no poseer los dispositivos tecnológicos o las conexiones adecuadas, así como las condiciones de trabajo de les docentes en la virtualidad.

Como sindicatos docentes estamos preocupados por asegurar que el retorno a la presencialidad en el marco del DISPO, única modalidad capaz de asegurar esa inclusión hoy en día, sea en óptimas condiciones de sanidad y seguridad para docentes y estudiantes. Algunos de nuestros planteos de cara a ese tan ansiado como temido retorno, fueron acordados en la reunión paritaria nacional de CyMAT del día 5/11, en la que participó la Conadu, el CIN y las autoridades del Ministerio: “convocar a las comisiones paritarias locales de condiciones y ambiente de trabajo; e inclusión del COVID como agente de riesgo y actualización de la normativa vigente para las ART”.

Los diálogos paritarios locales fijarán luego, en cada caso, modalidades, actividades, tiempos, espacios y personas habilitadas, para que ese retorno a las actividades presenciales garantice la salud de docentes, estudiantes y nodocentes.

Finalmente, la dotación a las universidades que carecen de las condiciones de infraestructura mínimas (aulas, baños, espacios ventilados), así como la provisión de elementos sanitizantes para sus trabajadores y trabajadoras (como alcohol, máscaras, paneles acrílicos, plásticos, etc), que permitan ajustar las existencias al uso que se vaya produciendo, resulta, además de urgente, indispensable para pensar en un ciclo lectivo 2021 con algún tipo de presencialidad, al menos delimitada. Además, hay que tener en cuenta las capacitaciones en bioseguridad para autoridades, docentes, nodocentes y estudiantes.

La vacuna representa una gran esperanza, y sabemos que deberá aguardarse el tiempo necesario para que el porcentaje de población cubierta por la misma sea el suficiente para evitar la fácil circulación del virus, evitando así, particularmente, el contagio entre docentes que son parte de la población considerada de riesgo. Por lo tanto, y a pesar de que esos grupos comenzarán su vacunación, deberá demostrarse que logramos cortar la cadena de contagios, mientras seguimos cumpliendo los protocolos, porque aunque la mayor parte de la comunidad estudiantil no es población de riesgo, sí pueden ser vías ideales de transmisión (por edad y por cantidad), lo que implica no bajar la guardia con los cuidados por un tiempo prudencial.

Reivindicamos y enfatizamos los espacios de las Comisiones Paritarias Locales de Condiciones y Ambiente de Trabajo como las instancias necesarias, propicias e institucionales para la construcción de acuerdos y garantías, que no sólo ofrezca a cada docente seguridad, salud y cuidados en los ámbitos laborales, sino también los espacios de aprendizaje de estas nuevas conductas y formas de relacionarnos.

Cada comunidad universitaria tiene diferentes urgencias (acumulación de finales, materias prácticas sin cursar, clases áulicas, problemas edilicios, etc.) que nos implican directamente como actores y actoras comprometidas con la educación de nuestro pueblo y el derecho a la universidad. Apostamos a poder construir en estos contextos los acuerdos necesarios que posibiliten las condiciones para un merecido, seguro y cuidado retorno a la presencialidad.

De las clases nunca nos fuimos, a las aulas volvemos cuidados.