Pertenecer al PRO (Pagina/12)

Pertenecer al PRO tiene sus privilegios

Los préstamos concedidos suman en total más de un millón trescientos mil pesos. El de mayor monto lo consiguió Juan Curutchet, vicepresidente de la entidad. La oposición denunció el uso de lo público en beneficio privado. Los macristas dicen que todo está en regla.

Por Werner Pertot

Casi como al pasar, Mauricio Macri recomendó la semana pasada al público de una charla que sacaran créditos en el Banco Ciudad. Sus funcionarios ya le hicieron caso, empezando por su compañera de fórmula, María Eugenia Vidal, que tiene un crédito por 311 mil pesos con el banco que maneja el macrismo. Hay más: el vicepresidente de esa entidad, Juan Curutchet, también tiene un crédito por 607 mil pesos del banco que conduce. El legislador macrista Enzo Pagani es otro que se unió al club del crédito PRO, en su caso por 347 mil pesos. El gerente general del banco, Emilio Lanza, tiene otro por 64 mil. Entre todos, suman un millón 329 mil pesos. La oposición porteña cuestionó las políticas autosatisfactorias del PRO.

La polémica por los créditos de vivienda formó parte de la presentación del jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, ayer en la Legislatura. Allí, Gonzalo Ruanova recordó que el Banco Ciudad “tiene utilidades por 613 millones de pesos y para un crédito hipotecario de 70 mil dólares te piden 11 mil pesos de ingreso del grupo familiar y 4400 pesos por cuota”. El legislador de Nuevo Encuentro también advirtió que “la Ciudad otorgó aproximadamente 5156 créditos hipotecarios a tasa fija de 18 por ciento (21,5 con costos financieros) y con un promedio de 113 mil pesos por préstamo”. El candidato remarcó que sólo el uno por ciento de los que necesitan vivienda califica para obtener un crédito.

Los fondos superavitarios del Banco Ciudad habían formado parte de otra polémica a fines del año pasado, cuando el macrismo intentó que se transfirieran 374 millones de pesos al gasto del gobierno porteño. La oposición rechazó esa iniciativa y sostuvo que Macri quería el dinero “para la campaña”. Desde la oposición, también cuestionaron que no se abrieran líneas de crédito blando para viviendas cuando existe –según los informes de los opositores– una crisis habitacional que abarca a cerca de 500 mil personas. Con este panorama, cuestionaron que los funcionarios macristas tengan sustanciales créditos concedidos por el Banco Ciudad:

– María Eugenia Vidal. Tiene una deuda de 311 mil pesos, por la que paga una cuota mensual de 4900.

– Juan Curutchet. El vicepresidente del banco sacó hace pocos meses un crédito por 607 mil pesos y paga una cuota de 9700 pesos por mes. La carta orgánica del banco le impide hacer operaciones en su entidad, pero exceptúa explícitamente los créditos hipotecarios para refacciones.

– Enzo Pagani. El legislador PRO tiene un crédito por 347 mil pesos. Paga una cuota mensual de 5560 pesos.

– Emilio Lanza. El gerente general del banco también tiene un crédito de su propio banco. En su caso, es por 64 mil pesos.

“Los funcionarios usan su influencia política para acceder a un crédito. Es la forma de manejarse de Macri. Un diputado y la ministra de Desarrollo Social que se niega a dar subsidios a gente desalojada se aprovechan para obtener un beneficio que ningún porteño puede obtener en esos montos”, advirtió la legisladora de la Coalición Cívica Rocío Sánchez Andía, que preside la Comisión de Vivienda de la Legislatura. “El Banco Ciudad no ha hecho más flexible el acceso al crédito a la clase media ni tiene ningún programa para las clases más bajas. Hay iniciativas en la Legislatura que el PRO frena sistemáticamente”, remarcó la diputada porteña. “Es sistemático también el aprovechamiento de lo público para beneficio privado. La CC lo ha denunciado en materia de negocios en la publicidad oficial o en la obra pública con empresas constructoras amigas”, remarcó.

Por su parte, Ruanova consideró que “lo más grave es lo de las autoridades del Banco Ciudad. Quisiera saber en qué tiempos a un ciudadano le otorgan un crédito por ese monto. (El titular del banco, Federico) Sturzenegger les tiene que explicar a los porteños por qué tiene un banco público que lo que hace es satisfacer la demanda de los propios funcionarios. No se puede hacer el desentendido”. Su compañera de bloque, Gabriela Cerruti, planteó que “hay que sancionar la Ley de Etica Pública ya. No puede ser que el límite sea la condena penal. Existen los límites éticos que Macri y sus funcionarios parecen no conocer”.

Página/12 intentó consultar a Vidal y a Pagani, que prefirieron no responder sobre sus créditos. En el entorno de la candidata a vicejefa se limitaron a asegurar que su declaración jurada está en regla. Por su parte, Curutchet se defendió: “Reivindico el caso mío particular. Si iba sin ser vicepresidente, el crédito me lo daban igual. Saqué lo que saca cualquier vecino y con un monto bajo”.

–El monto es de 600 mil pesos.

–El empleado del banco paga el 9 por ciento de tasa. Yo estoy pagando arriba del 20. Invitamos a cualquier funcionario nacional o de la Ciudad, del oficialismo y de las minorías, a que se acerquen al Banco Ciudad y obtengan los créditos en estas condiciones –ofreció.

Curutchet también explicó que los funcionarios porteños deben pasar por más controles porque sus cargos no tienen estabilidad. “La calificación crediticia es más exigente. Tienen que demostrar que, cuando se termina su mandato, pueden generar otros ingresos”, detalló.

–¿Y es el caso de Vidal?

–Vidal tiene un historial durante los diez años previos en sector público, privado, ONG. Después de ser ministra, no caería en la indigencia.