Carta a toda la comunidad universitaria de la UNGS por el NO INICIO del 2do semestre

El pasado viernes 6 de julio, y después de un plebiscito que se realizó durante 4 días en todas las universidades del país con resultados contundentes, los docentes universitarios declaramos que no iniciaremos el segundo semestre a partir del 6 de agosto. ¿Qué significa esto? Que desde el 6 de agosto no daremos clases. ¿Por cuánto tiempo? No sabemos. Nos vamos a volver a juntar el 10 de agosto para evaluar cómo se llevó adelante este paro, qué respuestas tuvimos y si vamos a seguir de paro o no. En la UNGS esto significa que no se realizarán actividades académicas de ningún tipo entre el 6 y el 10 de agosto, en principio. El viernes 10 anunciaremos cómo continuaremos, les pedimos a todxs que estén atentxs.

Sabemos que muchos, tal vez sobre todo lxs estudiantes, se pueden estar preguntando cómo llegamos a tomar una medida tan drástica. Para explicarlo resumimos aquí algunos datos:

Nuestra paritaria venció en el mes de febrero. En 2018 la inflación acumulada de enero a junio alcanza el 16%. Es decir que en la mitad del año ya se superó la cifra que nos ofrecieron para todo el año, en las únicas dos reuniones paritarias que tuvimos (la última fue hace 2 meses). Vale la pena recordar que la oferta del gobierno nacional consistió en un 15% dividido en 4 cuotas a lo largo de todo el año: 4% en mayo, 5% en agosto, 3% en noviembre y 3% en diciembre, sin cláusula de actualización automática por inflación. La inflación proyectada (por ahora) para todo el 2018 alcanza el 30%. El objetivo es claro: nos están bajando los sueldos. Pero esto no es todo.

La universidad recibe (o debería recibir) mes a mes los fondos del presupuesto votado en el Congreso de la Nación a fin del año pasado. Pero hace 6 meses que el Ministerio de Educación de la Nación solo envía los fondos para pagar los sueldos y nada más. Los fondos para gastos de funcionamiento (con los que se pagan becas, el micro que nos lleva y trae desde Lemos, las facturas de luz, gas, agua, reparaciones cuando algo se rompe, etc) los adeudan hace 6 meses. También se encuentran paralizadas todas las obras de infraestructura, lo que implica para la UNGS, por ejemplo, que seguimos sin contar con un edificio para la escuela secundaria.

Durante todo el primer semestre hemos realizado paros de 24hs, de 48hs, clases públicas, protestas de distinto tipo y en distintos lugares, marchas, volanteadas, etc. No hemos sido escuchados.

En este marco nos preguntamos: ¿llegará el momento en que arancelen la universidad pública? ¿O que dejen de pagar los salarios o los paguen en cuotas? ¿Llegará el momento en que la UNGS no pueda otorgar más becas? ¿O que no pueda pagar la luz o el gas? ¿Que deba suspender el micro? ¿Que no pueda arreglar una estufa o una ventana rota? ¿Falta mucho o poco para que eso pase?

No sabemos las respuestas a esas preguntas, lo que sí sabemos es que tenemos que hacer todo lo posible para que eso jamás suceda. Los y las docentes defendemos nuestro salario y también la universidad pública, laica, gratuita, de calidad, la defendemos como un derecho que debe ser garantizado por el Estado. Por eso esta carta está dirigida a toda la comunidad universitaria de la UNGS, a todxs lxs que creen que la universidad pública es un derecho, a lxs docentes, a lxs nodocentes, a lxs estudiantes, a lxs graduadxs, a las familias de todos ellos y de todos nosotros, a toda la comunidad que sabe muy bien el impacto que puede, debe y tiene una universidad en Los Polvorines, con su oferta académica, con sus programas de investigación, con sus programas de vinculación con la comunidad, con su programa cultural.

No es una contradicción hacer paro y defender la universidad pública, una contradicción sería quedarse inmóvil, esperando, o repitiendo las mismas acciones que ya sabemos no han sido escuchadas. Tenemos que hacer otra cosa, tenemos que hacer algo más. No somos lsx trabajadorxs docentes los que vaciamos las aulas. Si las aulas están vacías es porque hay estudiantes que dejan de venir porque no les alcanza el dinero, porque el salario se deprecia, porque nos ahogan presupuestariamente, y porque ante esa situación no soportamos la normalidad de hacer como si nada grave estuviera pasando.

Por todo ello decimos que no iniciaremos el segundo semestre a partir del 6 de agosto y que 5 días después estaremos evaluando la medida de fuerza para definir cómo continua nuestra lucha. Durante la semana del 6 de agosto y la que le sigue estaremos realizando distintas acciones con el conjunto de la comunidad universitaria porque estamos convencidxs que esta es una lucha de todxs.

Queremos que estudiar y graduarse sea y siga siendo un derecho, que nuestros salarios sean dignos. No hay universidad pública de calidad sin salarios dignos y sin presupuesto adecuado, el momento para defender nuestros derechos es ahora y es en unidad.